Actividad Física
La actividad física corresponde a los movimientos corporales producidos por la contracción de los músculos, logrando aumentar el gasto calórico. Esta definición abarca un amplio rango de formas de actividad física, desde una actividad leve, como caminar una distancia corta, hasta una intensa, como en el deporte de competición.
En general es importante considerar que:
- Se recomienda la actividad física regular para prevenir una serie de factores de riesgo para la salud.
- Los beneficios de la actividad física en general aumentan con una mayor intensidad, mayor frecuencia y mayor duración de ésta.
- Los efectos beneficiosos de la actividad física ocurren en todos los grupos de edad.
Aunque muchas veces se confunden los términos deporte y actividad física, en realidad no significan exactamente lo mismo. La diferencia radica en el carácter competitivo del primero, en contra del mero hecho de la práctica del segundo.
El deporte es toda aquella actividad que se caracteriza por: tener un requerimiento físico o motriz, estar institucionalizado (federaciones, clubes), requerir competición con uno mismo o con los demás y tener un conjunto de reglas perfectamente definidas. El deporte se refiere normalmente a actividades en las cuales la capacidad física del competidor son la forma primordial para determinar el resultado (ganar o perder); por lo tanto, también se usa para incluir actividades donde otras capacidades externas o no directamente ligadas al físico del deportista son factores decisivos, como la agudeza mental o el equipamiento. Tal es el caso de, por ejemplo, los deportes mentales o los deportes de motor. Los deportes además constituyen un entretenimiento tanto para quien lo realiza como para quien lo ve.
Actividad física y trastornos de la conducta alimentaria
Existe una tendencia a que los trastornos de la conducta alimentaria se puedan presentar con algo mayor frecuencia en personas cuya herramienta de trabajo tiene una base en la mantención y cuidado de su cuerpo, como en el caso del modelaje y los deportes de competición. El conocimiento de este hecho permite poner más atención en este grupo cuando hay signos que puedan sugerir un trastorno de alimentación, como cambios en los patrones de la dieta, gran preocupación por la imagen corporal, variaciones en el estado de ánimo, etc.
La actividad física una vez instalado un trastorno de conducta alimentaria es incorporada según la evolución del paciente, de acuerdo a un plan determinado en relación a frecuencia, duración e intensidad. La actividad física ayuda a mantener masa muscular y mejora el ánimo de los pacientes, tanto por el efecto elevador de endorfinas como por la mejoría en la percepción de la imagen corporal. En aquellas pacientes con importante compromiso nutricional y/o que presentan otras alteraciones médicas, la actividad se restringe o suspende, ya que por la existencia de alteraciones cardiovasculares (arritmias) y disminución de la capacidad física per se, estas pacientes podrían presentar un agravamiento de su condición.
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